Ciego
Un hombre ciego perdido iba del bar a casa a las 5 de la tarde y al pasar por al lado de una obra le cae un saco de yeso encima y lo puso bonito. Cuando llega a casa le dice la mujer:
- ¡Ay que ver cómo vienes de blanco!,
A lo que responde el marido:
- ¡Pues si te dijera como vengo de tinto!