¿Quién eres?

Era un hombre que tenía una peral y todos los días por la noche, un ladrón venía a robarle peras. Así que el dueño del peral cogió un palo y fue a esperar al ladrón. Cuando éste vino, le cogió de los cataplines y empezó a retorcer...
- ¿Quién eres?
El ladrón no contestaba.
El dueño retorció más...
- ¿Quién eres?
No obtuvo respuesta.
- ¿Quién eres?
Y de tanto retorcer, el ladrón dijo:

- ¡El mudo!